El cachorro ha aprendido de su madre, la educación en la primera etapa de vida mientras estuvieron en contacto.
Ahora, una parte complementaria de la misma depende de sus propietarios.
Los perros son por naturaleza limpios, ya que la madre enseña y refuerza este aprendizaje; se requiere de paciencia y disposición, para que el cachorro aprenda el lugar donde puede defecar y orinar y usted se encargará de mostrarle el sitio apropiado para tal fin.
No olvidemos que los destrozos que pueda causar, son en parte porque requiere que se le enseñe que algunos objetos no pueden tocarse (o morderse en todo caso), ya que los cachorros no conocen el valor de las cosas. Si usted le da una orden, esta debe acompañarse del nombre del cachorro, y debe ser firme para que comprenda el mensaje que se le quiere dar.
Primeros pasos de adiestramiento canino en casa
Se pueden emplear señales, gestos, olores y la mirada; esto establecerá un lenguaje entre usted y su mascota. Si ha de tocarlo, recuerde que se debe evitar hacerlo de manera brusca o golpearlo. Usted obtendrá mejores resultados. La educación se transmite poco a poco y durante toda la vida.
Es posible enseñarle a sentarse, recostarse e inclusive a permanecer quieto. Al principio se utiliza el contacto de las manos del propietario y el cuerpo del cachorro, colocando las partes de su cuerpo en la posición que se desea y con caricias reforzando cuando se logre el objetivo, además de felicitarlo con palabras.
Una parte vital en el cachorro es el juego; de hecho es una forma práctica de aprender y una manera que usted puede emplear para enseñarle y compartir con él momentos importantes.
El cachorro debe tener sus propios juguetes y así evitará tocar otros objetos no permitidos.
Observe cuándo es el momento de terminar el juego, lo cual normalmente ocurre una vez que el cachorro se ha cansado; no lo agote.
Acostumbre al cachorro a la “correa”, a una edad temprana para aprovechar el aprendizaje similar a la limpieza y a todo lo que usted quiere que el haga. Paulatinamente él se acostumbrará al paseo con correa y a la sensación de la misma en su cuello. No jale la correa, pues esto lastimará su frágil cuello.
Existen diferentes opciones cómodas para su mascota; evite las correas muy gruesas o de metal, que se convierten en elementos que lastiman, y recuerde elegir una sencilla, pues el cachorro pronto crecerá y habrá que cambiarla.
Decida como “llamarlo” y el comenzará a asociar por ejemplo la llamada a la hora de servir su alimento. Después de llamarlo y de que él responda, acarícielo y felicítelo y esto le dará la seguridad para atender cualquier llamado.
No olvide que cualquiera que sea la raza y el tamaño, su cachorro necesita pasear y salir para convivir con usted y con el resto de la familia; ellos no gustan de estar solos.
La convivencia constante es un medio eficaz de educación para el cachorro y una oportunidad para usted de establecer lazos imposibles de romper.
Cambios de comportamiento de cachorro a joven.
El crecimiento del cachorro trae consigo comportamientos y características particulares relacionadas con la “sexualidad”. El descenso de los testículos en los machos debe presentarse normalmente antes de los 5 meses de edad; de no ocurrir, consulte a su Veterinario.
La hembra inicia con cambios reproductivos entre los 7 y los 15 meses de edad según la raza. Usted observará en la mayoría de los casos gotas de sangre que fluirán de la vulva de la hembra; esto le indica el comienzo del periodo de celo, el cual se prolonga por más o menos tres semanas y ocurrirá cíclicamente cada seis meses aproximadamente durante toda la vida de la hembra, pudiendo fluctuar entre cada 4 meses y un año.
Es importante decidir con anterioridad si deseamos que nuestros cachorros se reproduzcan en su edad adulta, no olvidando que esto trae consigo una gran responsabilidad que involucra la vida de muchos seres.
Cuide a la hembra durante los días 10 a 15 del celo, para evitar embarazos no deseados, ya que posibles encuentros con machos, comúnmente se tornan en un embarazo.
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